Washington D.C., — La decisión de la Administración de revocar la Norma sobre Tierras Públicas es una amenaza a la salud de las tierras públicas, en un momento de numerosos desafíos, incluyendo las sequías, los incendios forestales y las especies invasoras. Esta norma restauró el equilibrio en la gestión y el manejo de las tierras públicas, al poner a la conservación a la par con otros usos, incluidos el pastoreo, la recreación y el desarrollo energético.
"La Norma sobre Tierras Públicas le proporcionó a la Oficina de Administración de Tierras, las herramientas para restaurar y conservar las tierras degradadas, mientras apoyaba a la vida silvestre, los ganaderos, los cazadores y las comunidades que dependen de estas tierras. La regla fomentó un hábitat de vida silvestre adecuado, un menor riesgo de incendios y una mejor salud de las cuencas hidrográficas que son fundamentales para las comunidades rurales", dijo David Willms, vicepresidente asociado de tierras públicas de National Wildlife Federation. "En este momento nuestras tierras y aguas enfrentan desafíos inmensos, e interconectados, como las sequías y las especies invasoras. Esta decisión socava la conservación y va en contra de la opinión pública y el sentido común", indicó Willms.
"Una política energética sólida puede ir de la mano con la conservación inteligente. Nuestras tierras públicas deben ser administradas para múltiples usos, apoyando no solo el desarrollo energético, pero también a las comunidades rurales, las economías locales, la recreación al aire libre y la sostenibilidad del agua en el oeste", dijo Camilla Simon, directora ejecutiva de Hispanics Enjoying Camping, Hunting, and the Outdoors (HECHO). "La Ley Great American Outdoors, promulgada durante el primer mandato del actual presidente, contó con un amplio apoyo bipartidista y fue un ejemplo significativo de cómo los ingresos que provienen del sector energético pueden reinvertirse en la conservación. Por eso, estamos decepcionados al ver que la Norma sobre Tierras Públicas se descarta por completo, en lugar de mejorarla con el compromiso con las comunidades locales. Alentamos a la Administración a garantizar que la gestión de tierras públicas continúe reflejando la gama completa de valores que brindan estas tierras", señaló Simon.
"La Norma sobre Tierras Públicas fue el producto de un proceso público largo, sólido e inclusivo. Durante ese proceso, el pueblo estadounidense dejó en claro que la conservación es una prioridad máxima en la gestión de nuestras tierras de propiedad colectiva. Quitarle prioridad representa una decisión miope y mal informada que va en contra de lo que los propietarios públicos, de todo el país, pidieron a nuestros líderes", dijo Jesse Deubel, director ejecutivo de New Mexico Wildlife Federation. “Revocar la Norma sobre Tierras Públicas es un ataque directo a nuestras tierras, al hábitat que brindan a la vida silvestre, a los cazadores y los pescadores de todo el país que dependen y quieren las tierras públicas", agregó Deubel.
"La Norma sobre Tierras Públicas brinda a los ganaderos, terratenientes y conservacionistas más herramientas para el uso equilibrado de nuestras tierras. La decisión de esta Administración debería consternar a todos los habitantes de Montana que valoran nuestros icónicos paisajes, aguas y vida silvestre", dijo Frank Szollosi, director ejecutivo de Montana Wildlife Federation. "Hacemos un llamado al Congreso y a la Administración Trump para para priorizar la conservación y la participación pública, y garantizar que nuestras tierras sean administradas de manera sostenible para obtener beneficios recreativos, culturales y económicos, incluyendo la recreación al aire libre, equivalente a $ 3.4 mil millones de dólares y la economía agrícola de $ 2.2 mil millones de dólares, que dependen en gran medida de nuestras tierras públicas", aseguró Szollosi.
"La Norma sobre Tierras Públicas permite a los administradores de tierras como la Oficina de Administración de Tierras, equilibrar las actividades en las tierras que nos pertenece a todos los estadounidenses", dijo Scott Garlid, director ejecutivo de Arizona Wildlife Federation. "Los arizonenses son pragmáticos. Sabemos que priorizar el desarrollo minero y energético en algunos lugares tiene sentido, mientras que priorizar la recreación al aire libre y la vida silvestre en otros lugares también tenga sentido. Queremos ambos. Rescindir esta norma significa que, en cada acre, la única prioridad será el desarrollo y no habrá equilibrio. Eso no es lo que quieren los arizonenses y no es bueno para los Estados Unidos.
"Nevada es un estado que desarrolla la recreación al aire libre, minería y energía. La Norma de Tierras Públicas se creó para garantizar que esas actividades tuvieran un buen uso en las tierras públicas administradas por el gobierno federal", dijo Russell Kuhlman, director ejecutivo de Nevada Wildlife Federation. "Rescindir esta norma es un paso para eliminar la opinión de las partes interesadas a nivel local, incluyendo a los nevadenses que quieren que se administre el 86% de nuestra tierra, lo que probablemente conducirá a la disminución continua del hábitat de la vida silvestre y el aire y el agua limpia en nuestro estado", añadió Kuhlman.
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